A la Catedral de Segovia se la suele llamar la última gran catedral gótica de Europa. Construido en el siglo XVI, cuando el Renacimiento ya se extendía por España, adoptó deliberadamente el estilo gótico con elevados arcos apuntados, bóvedas de crucería y arbotantes. Su interior, lleno de luz, es espacioso y elegante, en contraste con las oscuras iglesias góticas de siglos anteriores.